1 oct 2014

El apego y la adaptación


La adaptación hace referencia al proceso a través del cual el bebé se acopla, adecua y familiariza con su entorno (familia, maestras, etc.)  Al ser un proceso, la adaptación conlleva tiempo y es paulatina.

Tu bebé confiará y se adaptará a  maestras y demás entornos y personas, a través de la confianza que te tiene a ti como mamá o papá.
Construir un vínculo afectivo seguro (madre-bebé) favorece la adaptación a otros entornos ajenos a la casa (por ejemplo, ADI), dado que le brinda a tu bebé, seguridad y confianza en el ambiente que lo rodea y en sí mismo.

Al vínculo emocional recíproco y duradero entre el bebé y su cuidador (madre, padre y/o alguna otra figura importante), en el cual ambos contribuyen a la calidad de la relación, se le llama apego

Se desarrolla durante el primer año de vida y hace que los bebés se aferren a sus cuidadores en búsqueda de seguridad y comodidad.

Los apegos tienen valor adaptativo para los bebés, asegurando que sus necesidades psicológicas y físicas serán cubiertas y satisfechas por su(s) cuidador(es).
Prácticamente cualquier actividad del bebé que conduce a una respuesta de parte de un adulto puede ser una conducta para buscar el apego: succionar, llorar, sonreír, aferrarse o mirar a los ojos del cuidador.

Las tentativas de acercamiento tienen éxito cuando como mamá o papá respondes de manera cálida, expresas agrado y proporcionas a tu hijo(a) contacto físico frecuente y la libertad de explorar.
Los bebés apegados de manera segura han aprendido a confiar no sólo en su figura de apego principal, sino en sus cuidadores sustitutos (familiares como abuelos(as), tíos(as), maestras, etc.) y en su propia habilidad para obtener lo que necesitan.
Entre más seguro sea el apego de un niño con el adulto que lo cría, más fácil es que el niño se independice del adulto.

ETAPAS DEL APEGO

0-3 MESES (APROX.):
u El bebé se comporta igual con las diversas personas que lo cuidan.
u Ellos proporcionan las condiciones para que una conducta termine y se active la siguiente.
u Las figuras de apego son intercambiables.

3-6 MESES (APROX.):
u Diferencia  entre la madre o cuidador principal y otras figuras. Se incrementa el control que  ejerce para conseguir y mantener el contacto.
u El llanto señala su necesidad de cuidados (siempre debe ser motivo de alerta inmediata para los padres); y la sonrisa, su satisfacción.

6-9 MESES (APROX.):
u Se consolida el apego.
u Se vuelve vulnerable a la separación.
u Toma la iniciativa activamente en las interacciones sociales.
     Explora su entorno, manteniéndose a una distancia donde se siente cómodo

DE LOS 13 A LOS 36 MESES (APROX.):
  • Su hijo(a) pasa por un periodo de ambivalencia, a ratos quisiera ser apachado y estar pegado a mamá y a ratos quisiera ser investigador independiente. En esta etapa, es claro que usa a la mamá de “bas”. Si la tiene segura, tiene apertura para explorar.

La disponibilidad emocional de los padres se refiere a la sensibilidad que tienen a las señales (verbales y no verbales) de sus hijos, la capacidad de respuesta ante éstas y el apoyo activo. Es una fuente de apoyo para la exploración y dominio del entorno.

Lo más importante en el vínculo emocional padres-hijos, es esta disponibilidad emocional de ustedes como padres, porque hacen sentir bien a su hijo, le dan sensación de bienestar y autoestima.
El establecimiento del vínculo afectivo es un proceso sumamente complejo, gradual y cambiante. También por ello es necesario alimentarlo y trabajarlo constantemente.