La adaptación hace referencia al
proceso a través del cual el bebé se acopla, adecua y familiariza con su
entorno (familia, maestras, etc.) Al ser
un proceso, la adaptación conlleva tiempo
y es paulatina.
Tu bebé confiará y se adaptará a maestras y demás entornos y personas, a través de la confianza que te tiene a ti
como mamá o papá.
Construir
un vínculo afectivo seguro (madre-bebé) favorece la adaptación a otros
entornos ajenos a la casa (por ejemplo, ADI), dado que le brinda a tu bebé, seguridad y confianza en el ambiente que lo rodea y en sí mismo.
Al vínculo emocional recíproco y duradero entre el bebé y su cuidador (madre, padre y/o alguna otra
figura importante), en el cual ambos contribuyen a la calidad de la relación,
se le llama apego.
Se desarrolla durante el primer
año de vida y hace que los bebés se aferren a sus cuidadores en búsqueda de seguridad y comodidad.
Los apegos tienen valor adaptativo para los bebés, asegurando que sus necesidades
psicológicas y físicas serán cubiertas y satisfechas por su(s) cuidador(es).
Prácticamente cualquier actividad
del bebé que conduce a una respuesta de parte de un adulto puede ser una conducta para buscar el apego:
succionar, llorar, sonreír, aferrarse o mirar a los ojos del cuidador.
Las tentativas de acercamiento
tienen éxito cuando como mamá o papá respondes de manera cálida, expresas
agrado y proporcionas a tu hijo(a) contacto
físico frecuente y la libertad
de explorar.
Los bebés apegados de manera
segura han aprendido a confiar
no sólo en su figura de apego principal,
sino en sus cuidadores sustitutos
(familiares como abuelos(as), tíos(as), maestras, etc.) y en su propia habilidad para obtener lo que
necesitan.
Entre
más seguro sea el apego de un niño con el adulto que lo cría, más fácil es que
el niño se independice del adulto.
ETAPAS DEL APEGO
0-3
MESES
(APROX.):
u El bebé
se comporta igual con las diversas personas que lo cuidan.
u Ellos
proporcionan las condiciones para que una conducta termine y se active la
siguiente.
u Las
figuras de apego son intercambiables.
3-6
MESES
(APROX.):
u Diferencia entre
la madre o cuidador principal y otras figuras. Se incrementa el control
que ejerce para conseguir y mantener el
contacto.
u El llanto señala su necesidad de cuidados (siempre
debe ser motivo de alerta inmediata para los padres); y la sonrisa, su
satisfacción.
6-9
MESES
(APROX.):
u Se
consolida el apego.
u Se vuelve
vulnerable a la separación.
u Toma la
iniciativa activamente en las interacciones sociales.
Explora
su entorno, manteniéndose a una distancia donde se siente cómodo
DE LOS 13 A LOS 36 MESES (APROX.):
- Su hijo(a) pasa por un periodo de ambivalencia, a ratos quisiera ser apachado y estar pegado a mamá y a ratos quisiera ser investigador independiente. En esta etapa, es claro que usa a la mamá de “bas”. Si la tiene segura, tiene apertura para explorar.
La disponibilidad emocional de los padres se refiere a la sensibilidad que tienen a las señales (verbales y no verbales) de sus hijos, la capacidad de respuesta ante éstas y el apoyo activo. Es una fuente de apoyo para la exploración y dominio del entorno.
Lo más importante en el vínculo
emocional padres-hijos, es esta disponibilidad
emocional de ustedes como padres, porque hacen sentir bien a su hijo, le
dan sensación de bienestar y autoestima.
El establecimiento del vínculo
afectivo es un proceso sumamente complejo,
gradual y cambiante. También por ello es
necesario alimentarlo y trabajarlo constantemente.